Están ahí porqué miles de personas se han abierto a ellas mismas.
Hay un tema en común para todas las personas que escribimos y lo lanzamos para poder “ayudar”.
La ayuda no deja de ser una alucinación de nuestra mente.
Si bien es cierto que en numerosas ocasiones nos ha abierto una brecha de aire y nos ha indicado un camino, es más cierto aún que la información la elegimos o descartamos bajo nuestro propio criterio.
Es decir nos estamos encontrando de nuevo con nosotros.
En el caso de la escritura y del lanzamiento de unas reflexiones, de un conocimiento mostrado a la red nos hace más auténticos porque sencillamente no podemos camuflarnos en lo que se llamaría efecto camaleón.
Si describiera el mencionado efecto, sería el de adaptarnos a las exigencias, gustos, patrones, en definitiva intentar gustar o caer bien.
Tan solo expresamos nuestra esencia.
Cuando te preguntas a quien quiero satisfacer, tan solo encuentras una respuesta, a ti mismo.
Si algún lector cae en tu artículo es únicamente porque se siente atraído y reconoce que su camino tiene mucho que ver con el suyo propio.
En definitiva, escribir te abre a conocerte profundamente.
Sencillamente vas observando como las palabras te llegan sin necesidad de poner ningún filtro.
Déjalas instalarse en un espacio en blanco y allí tendrán su lanzadera para salir de nuevo al espacio de donde han venido.